Merlot y mezcla
La gran variedad de vinos de Saint-Émilion se explica gracias a una inteligente mezcla de diferentes variedades de uva.
A lo largo del tiempo, los viticultores de Saint-Émilion han seleccionado tres principales y tres accesorias. Cada uno de ellos tiene una personalidad fruto de su adaptación al terruño.
El Merlot es la variedad principal. Junto a él, en este terruño tan particular, se presentan también el Cabernet Franc, el Cabernet Sauvignon y, mucho más marginalmente, el Malbec (Cot o Pressac), el Petit Verdot y el Carmenère.
La importancia del Merlot en la mezcla aporta una elegancia refinada, pero no exenta de sencillez. El color rubí intenso del joven Saint-Émilion es otro regalo del Merlot. Combinado con Cabernet Sauvignon, da un lado accesible y favorecedor a los frutos rojos en la juventud de los grandes vinos.
Es en Saint-Émilion donde esta mezcla expresa toda su elegancia y riqueza.
El Cabernet Franc produce vinos tánicos y muy aromáticos. Representa casi un tercio de las plantaciones. Muy exigente de cultivar, madura unas dos semanas después del Merlot.
El Cabernet Sauvignon fortalece los taninos y el potencial de envejecimiento. Representa la décima parte de la producción. Se adapta especialmente en suelos secos y cálidos y aporta notas especiadas al vino.
Esta variedad temprana agradece los suelos frescos de textura arcillosa en los que expresa todo su potencial. Produce uvas de mayor tamaño, pero con una piel menos gruesa que el Cabernet Sauvignon, por ejemplo. Aporta mucho color y suavidad a los vinos y notas especiadas y aromas afrutados, entre los que destacan los frutos rojos: la fresa, grosella negra, mora, frambuesa, grosella roja o incluso cereza. Dependiendo de los años y del clima, estos aromas pueden evolucionar hacia expresiones confitadas y notas tostadas después de algunos años en botella. También se adapta muy bien para su crianza en barricas de roble, integrando los aromas amaderados de especias, vainilla y coco de estas últimas.
Es una variedad temprana, de buena maduración, que aporta al vino color, buena riqueza alcohólica, buena complejidad aromática (además de suavidad, redondez y mucha sedosidad en boca).
Se siembra principalmente en la región de Libourne. Su precocidad media se utiliza más en suelos calcáreos o de texturas más cálidas (arena y grava). Aporta al vino una finura aromática ligeramente especiada, un frescor y una estructura tánica bien marcada, dándole al vino un gran potencial de envejecimiento.
Es una variedad de uva tardía especialmente adaptada a suelos cálidos y secos (suelos arenosos-gravosos o arcillo-calcáreos bien expuestos). Aporta al vino notas especiadas, complejas y una riqueza tánica favorable a una conservación larga y armoniosa.