Al visitar este sitio, certifico que tengo la edad legal para consumir alcohol en mi país de residencia.
Tengo más de 18 años
La conservación
El vino es una bebida viva. Cambiará con el tiempo a medida que pasa en la botella.
Los factores externos juegan un papel importante en el correcto desarrollo del vino.
Para garantizar que sus botellas revelen la plenitud de sus aromas al degustarlas, es necesario almacenarlas con el mayor cuidado. Hay varios elementos a tener en cuenta para una conservación óptima.
Dependiendo del periodo de almacenamiento previsto, el lugar de conservacion o de envejecimiento también merece especial atención.
La bodega ideal es una bodega subterránea con suelo de tierra apisonada
La temperatura debe mantenerse entre 12°C y 14°C para conservar los vinos durante mucho tiempo. Un nivel de humedad constante y elevado (70% – 80%) protege los corchos de la desecación. Pero un mayor nivel de humedad altera el corcho y la etiqueta. La luz, cuando la haya, debe ser suave y tenue.
Todas estas condiciones no son fáciles de cumplir. En este caso es fácil encontrar algunos matriales aislantes de climatizacion o estantes para las botellas. Estos permiten poner su vino en buenas condiciones para conservarlo.
Un pequeño consejo: limpie su bodega regularmente y no almacene productos olorosos o susceptibles de fermentarse (quesos, frutas, verduras, etc.) porque el corcho del vino es muy sensible a los olores y a los parásitos.
La bodega del apartamento
Guarde su vino en un lugar oscuro, fresco y no sujeto a variaciones de temperatura y guarde las botellas en posición horizontal. Si desea invertir en un armario con control de temperatura, primero defina el tipo de conservación que desea: a largo o a corto plazo. Las bodegas para almacenamiento a largo plazo son más costosas y requieren un control regular de la humedad, la temperatura y la ventilación.
Este es EL factor clave. El nivel mínimo de humedad se estima en un 70%. Una bodega que no esté suficientemente húmeda reseca el corcho, deja pasar el aire al interior de la botella y daña el vino por oxidación. Una temperatura demasiado alta en la bodega agravará este fenómeno. Por tanto, un higrómetro es una herramienta esencial para su bodega. Es mejor tener una bodega demasiado húmeda que una demasiado seca.
Un pequeño consejo: si la bodega está demasiado seco, coloque periódicamente un recipiente grande lleno de arena húmeda. Si hay demasiada humedad y te importan las etiquetas, envuelva las botellas en plástico. Por último, ¡nunca guarde sus vinos en cajas de cartón!
Cuanto más alta es la temperatura en una bodega, más rápido evoluciona el vino, lo que modifica su envejecimiento y, por lo tanto, su aroma y bouquet.
Los choques térmicos son muy dañinos, pero un aumento armonioso de la temperatura, como en primavera o verano, no causará daños (hasta 18 °C).
Un consejo: opte por un calor difuso (idealmente entre 10°C y 13°C, con una tolerancia de 2 a 3°C), estable y gradual, que permita a su vino desarrollar una pátina y vivir normalmente.
La luz altera los aromas, por eso los vinos se almacenan a oscuras.
Un pequeño consejo: elimine las luces de neón y las luces brillantes en las bodegas y dele paso a la oscuridad utilizando bombillas de baja intensidad que emitan poco calor.
Cuanto más grande sea el envase, mejor se conservará el vino. El envase ideal es el magnum, que permite que el vino se conserve más fresco que en una botella tradicional. Las medias botellas, en cambio, se oxidan rápidamente.
Pequeño consejo: para un periodo de almacenamiento de más de 10 años, elija el formato magnum o incluso uno más grande.
Depende principalmente de las condiciones de almacenamiento y de la estructura del vino.
Un vino envejecerá más rápido en una bodega a 15°C y un poco seca, que en una bodega húmeda y oscura a 12°C. ¡Pero eso también es cuestión de gustos! No es raro que los vinos de Saint-Émilion se conserven por 10, 15 o 20 años… o incluso más.
La botella de vino debe estar tumbada. De esta manera, el corcho permanece en contacto con el vino y no se seca. La humedad del corcho también permite el intercambio de aire con el exterior. Evite movimientos y vibraciones que también son factores de deterioro del vino. Por lo tanto, no tiene sentido darle vueltas a la botella en la bodega, aunque eso impida que los sedimentos que se forman en el vino viejo se adhieran a las paredes de la botella.
Un pequeño consejo: Coloque almohadillas de goma antivibración debajo de los armarios y gabinetes de almacenamiento. A un vino de Saint-Émilion no le gusta que lo apuren. Después de haberlo movido, hay que dejarlo reposar acostado unos días antes de beberlo.
El moho tienen un efecto destructor sobre el corcho. Para evitarlo, debe exitir algo de ventilacion o inslatar un sistema de ventilacion en la bodega.
Un pequeño consejo: la mejor forma de comprobar la ventilación es oler el corcho: si huele mal, es necesario ventilar la habitación.
Una botella de vino debe consumirse dentro de las horas siguientes despues de destaparse. Una regla que es aún más cierta cuando el vino es viejo. Para un vino joven el tiempo de conservación se estima en 36 horas. Más allá de esto, el vino se enfrenta a la oxidación.
Lo ideal es volver a cerrar la botella con su corcho y luego colocarla en el refrigerador, ya que el frío ralentiza el proceso de oxidación.
¡Asegúrese de llevar su vino a 18°C antes de catarlo! Para conservar su vino durante más de 36 horas, puede utilizar una bomba de vino para evacuar el aire de la botella.
La vida útil del vino aumenta entonces a tres días. La conservación bajo nitrógeno (un gas neutro que se inyecta en la botella) que forma una capa protectora entre el vino y el oxígeno del aire, puede conservar las cualidades del vino durante tres semanas, en el mejor de los casos.
