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Elegir un vino y leer la etiqueta
Para no perderse ante tantas referencias, necesita algunos consejos y mucho sentido común.
Todos tenemos un comerciante de vinos muy cerca de nosotros. Él estará encantado de ayudarle a elegir la(s) botella(s) que más le gustarían. Cuéntele qué platos acompañarán su Saint-Émilion, sus gustos, la ocasión, pero también su presupuesto.
El experto sabrá aconsejarle. Dependiendo de su cuerpo y su terruño, le dirá cuándo abrir el vino y cómo servirlo.
La etiqueta de una botella proporciona información sobre muchas cosas que pueden determinar la calidad de un vino, como el nombre de la propiedad, las marcas comerciales, las denominaciones de origen, la procedencia, el contenido de alcohol, la variedad de uva, el lugar de embotellado, la añada. Todas ellas son pistas que le guiarán en la elección de un vino.
Un pequeño consejo: los vinos que llevan la etiqueta “AOC” son más confiables porque se han producido en una zona geográfica específica y cumplen unas especificaciones estrictas.
LA ETIQUETA DE UNA BOTELLA PROPORCIONA INFORMACIÓN ÚTIL PARA DETECTAR LAS CARACTERÍSTICAS DE UN VINO.
La normativa de la CEE permite a los consumidores conocer el origen, el tipo y las características de un vino simplemente leyendo la etiqueta. Además, en la etiqueta debe figurar información obligatoria según la categoría del vino.
INFORMACIÓN OBLIGATORIA.
1. Denominación de venta. Un vino puede beneficiarse de la Denominación de Origen Controlada/Protegida si cumple las condiciones de producción estrictas y precisas definidas en el pliego de especificaciones AOC/AOP.
2. La identidad del embotellador y la dirección de su sede. Vino embotellado bajo responsabilidad del viticultor o comerciante.
3. La indicación del grado de alcohol.
4. El volumen de vino contenido en la botella.
5. El número de identificación del lote
6. La presencia de sustancias alergénicas (sulfitos, etc.)
7. El mensaje sanitario para embarazadas (o el logo)
8. La referencia a Burdeos: deberá figurar en todas las etiquetas de vino procedente de una de las denominaciones de origen de Burdeos.
AVISOS OPCIONALES Y REGULADOS
9. La mención tradicional para los vinos AOC/AOP: expresiones tradicionalmente utilizadas en Burdeos (AOC, Château, Cru Classé, Premier, etc.)
10. La representación exacta o estilizada del château, la propiedad, marca o logotipo de que se trate.
11. El nombre del château, del cru, de la propiedad o de la marca.
12. La añada o año de la cosecha.
13. El premio otorgado a la añada en cuestión por un organismo oficial (concurso, medios de comunicación). El año de este premio es siempre posterior al de la añada.
14. El color y tipo de producto
Cuando hablamos de añadas, hay que tener en cuenta que cada región tiene su propio clima y que un mal año en otra región vitícola no significa un mal año en Burdeos.
La indicación del año de cosecha de las uvas es un factor importante para determinar la calidad de un Saint-Émilion para vinos de guarda. Pero si se quiere beber un Saint-Émilion dos o tres años después de su cosecha, la añada tiene poca importancia.
De hecho, los viticultores y enólogos de Saint-Émilion ponen toda su energía en hacer de cada añada un gran año, sean cuales sean los pronósticos para el año de la vendimia.
Si vive cerca de Saint-Émilion, no dude en acudir directamente a los productores o a la boutique de vinos de Saint-Émilion, la boutique oficial de los viticultores de Saint-Émilion.
Siempre lo pasará bien. Podrá hablar con el enólogo y catar antes de comprar.
En la ciudad, su comerciante de vinos local es una apuesta segura. Él recorre los viñedos y elige a los productores. Él sabrá escucharle y aconsejarle.
Y por último, a veces encontramos buenos vinos en nuestros supermercados. Las ferias de vino son momentos clave. Sin embargo, asegúrese de seguir ciertas reglas y, en particular, de no tomar botellas que hayan estado expuestas a demasiada luz o que estén tibias al sostenerlas en la mano.
El adagio de que «Cuanto más caro es un vino, mejor es» no es una regla a seguir.
Los vinos de Saint-Émilion se adaptan a todos los presupuestos y se pueden encontrar muy buenos a todos los precios. Los precios varían según la añada, la reputación, la AOC, la clasificación e incluso la boutique donde se compran.
A menudo es mejor comprar directamente en el château. En este caso, una pequeña cata en el catador es una excelente forma de confirmar sus elecciones.
Para juzgar la calidad de un vino, una solución podría ser promediar las opiniones de varios catadores profesionales. Pero el juicio de un experto no puede garantizar realmente que le guste el vino que acaba de comprar.
El gusto es una cuestión personal. Utilice las herramientas que son únicas para usted: la vista, el olfato y el gusto. Estos instrumentos personales son subjetivos, por supuesto. Así que escuche a sus sentidos y confíe en usted mismo porque un buen vino es ante todo un vino que le gusta y que quiere volver a beber, con moderación.
