En visitant ce site, je certifie que j’ai l’âge légal pour la consommation d’alcool dans mon pays de résidence.
J’ai plus de 18 ans
Un legado para compartir
Testigo del pasado y garante de los valores de respeto del patrimonio, convivencia y solidaridad, La Jurada evoluciona con los tiempos. Fundada hace más de 800 años y recreada en 1948, La Jurada mantiene la memoria de los vinos de Saint-Émilion y garantiza su renombre en todo el mundo.
Vínculo entre el pasado y el futuro, esta prestigiosa cofradía organiza recepciones y ceremonias de iniciación en las que sus 140 jurados perpetúan los valores de compartir, descubrir, transmitir y de tradición.
Se han creado cancillerías en varios países para mantener vínculos amistosos con los amantes y profesionales del vino de Saint-Émilion. Más abierta que nunca al mundo, La Jurada se dirige a todos los amantes del vino, del arte de vivir y de la cultura, y encarna el alma de Saint-Émilion.
La historia de La Jurada se remonta al 8 de julio de 1199. Ese año, en la «Carta de Falaise», Juan Sin Tierra confirma los derechos y las libres costumbres de los burgueses de Saint-Émilion y otorga a La Jurada un papel esencial. Supervisa la producción y la elaboración de los vinos «finos», mantiene la «marca de fuego del viticultor» impresa en cada barrica, proclama la «Fiesta de la Vendimia», reprime los abusos y los fraudes y destruye el vino considerado indigno. Disuelta durante la Revolución Francesa, renació en 1948 bajo el impulso de viticultores apasionados deseosos de perpetuar las tradiciones y los valores de los vinos de Saint-Émilion.
La Jurada es una cofradía de 140 Jurados que visten toga y birrete rojos adornados con armiño blanco, y organiza ceremonias de iniciación en todo el mundo.
Reúne a una comunidad de más de 3.000 miembros, verdaderos embajadores de los vinos de Saint-Émilion. Se han creado varias Cancillerías en el extranjero: en Inglaterra (Oxford y York), Bélgica (Flandes y Valonia), Malta, China (Hong Kong y Pekín), Costa de Marfil (Abiyán), Singapur y Kuala Lumpur. Porque en todas partes hay amantes de los vinos de
Saint-Émilion.
Los actos de La Jurada son momentos atemporales. En estas ocasiones, los Jurados desfilan por la ciudad con sus tradicionales togas rojas, recuerdo de la todopoderosa Jurada de siglos pasados. Tras asistir a misa, los Jurados se dirigen al claustro de la iglesia colegiata, al Foso del Palacio Cardenalicio o a la iglesia monolítica para llevar a cabo las iniciaciones. A continuación, después de comer, proclaman solemnemente el Juicio del Vino Nuevo, el tercer domingo de junio, o la Fiesta de la Vendimia, el tercer domingo de septiembre.
Personalidades reales, eclesiásticas y políticas, hombres y mujeres del mundo del arte, del espectáculo y del deporte, de los medios económicos, profesionales del vino o amantes ilustrados del vino: los rostros homenajeados por La Jurada proceden de todos los ámbitos de la vida.
