Historia de una inscripción
La historia del viñedo de Saint-Émilion se remonta a los albores de los tiempos. Fueron necesarios muchos siglos y el trabajo del hombre y de la naturaleza para lograr su inclusión en la lista de la UNESCO.
Pero fue en el siglo XX cuando las cosas se aceleraron. Conscientes de su patrimonio excepcional, los viticultores lanzan periódicamente iniciativas para mantener la excelencia del viñedo.
Tras la creación de la AOC Saint-Émilion, se recreó La Jurada, se puso en marcha la clasificación revisable, los châteaux se abrieron al público y se sistematizaron medidas de respeto al medio ambiente y al desarrollo sostenible. Son muchas las medidas exigentes que estimulan a los viticultores en su obsesión por la excelencia y que le llevarán al reconocimiento por la UNESCO en 1999.
Desde hace 20 años, el viñedo está inscrito en la lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO por parte de sus paisajes culturales.
Los momentos claves marcan la formidable historia de los vinos de Saint-Émilion y afirman su reputación ante un público de conocedores en todo el mundo.
Criterio III – La Jurisdicción de Saint-Émilion es un ejemplo excepcional de paisaje vitivinícola e histórico que ha sobrevivido intacto y activo hasta nuestros días.
Criterio IV – La jurisdicción histórica de Saint-Émilion ilustra de forma excepcional el cultivo intensivo de la vid al vino en una región delimitada con precisión.