Una mirada retrospectiva a los vinos Primeurs 2024

La añada 2024 ha resultado ser una maravillosa sorpresa, gracias a la determinación y la resistencia de los equipos que supieron magnificar cada parcela del viñedo, a pesar de un año meteorológicamente turbulento. Este año fresco produjo un vino ligero, de bello color y menor graduación alcohólica.

Aunque las condiciones climáticas no siempre fueron fáciles, la añada 2024 será recordada por la elevada pluviometría entre octubre de 2023 y mayo de 2024 (1095 mm acumulados de octubre a mayo frente a 750 mm de media) y unas temperaturas más suaves que las normas 1991-2020, excepto en mayo y junio. El verano seco y caluroso permitió a las uvas alcanzar una madurez equilibrada.

Con una producción reducida y un rendimiento medio de 35 hl/ha, nuestros vinos DOC presentan una madurez excelente, pero no excesiva, un grado alcohólico naturalmente bajo, frescos, aromáticos, muy coloridos y bien estructurados. Tienen una textura suave y flexible.

En esta añada, nunca hay amargura, aspereza ni astringencia.

Después de todo el esfuerzo y las caóticas condiciones climáticas, la recompensa está ahí. Los vinos tienen en común un perfil que responde en gran medida a las expectativas de los consumidores: fruta intensa, cuerpo suave, bebibilidad y placer.

Algunos puntos técnicos :

• En general, no hay diferencias significativas entre las temperaturas medias anuales entre septiembre de 2023 y agosto de 2024 y la media de treinta años. Sin embargo, las precipitaciones son superiores a la media de los últimos treinta años (+208 mm) durante este periodo. Las precipitaciones de abril a agosto de 2024 fueron normales, pero muy variables de un mes a otro. La brotación fue temprana (la brotación media tuvo lugar entre el 30 de marzo y el 5 de abril), una de las más tempranas desde 2012 (2020).
• La primavera se vio perturbada por las lluvias y las temperaturas frescas. La floración fue tardía (mediados de la floración hasta el 5 de junio). A partir de la floración, la añada fue fenológicamente próxima a 2019.
• El envero lento comenzó a finales de julio y duró hasta el 22 de agosto. El verano fue muy seco, con temperaturas y sol normales.
• Las temperaturas excepcionalmente cálidas de agosto y principios de septiembre fueron muy beneficiosas y permitieron que las uvas alcanzaran una buena madurez. El verano seco y caluroso preservó la acidez y los aromas de las uvas, limitando al mismo tiempo la acumulación de azúcares. La vendimia comenzó en torno al 15 de septiembre, dependiendo de los métodos técnicos y los terruños, y se intensificó hacia finales de mes, una cosecha tardía en comparación con la última década.